Como ya sabemos, San Jordi, aparte de otras localidades, es el patrón de Cataluña, y nos otorgamos su origen y mas concretamente en el pueblo de Montblanc que se atribuyen su nacimiento, aunque en realidad era libio. Pero, la cuestión en si, es la fantasía e imaginación que los hombres le ponemos en su leyenda, así como en otras, atribuyéndole matar al dragón entre otras cosas (de ocurrir esto en la actualidad, veríamos protestas y manifestaciones, por matar al animalito).
Por lo tanto tenemos que delimitar el creer ciertas historias distorsionadas, ya que nadie encuentra una explicación racional sobre la existencia de los dragones, tenemos que asumirlo como leyenda, imaginación y fantasía.
Las leyendas y muchas citas históricas, se fundamentan en hechos que en el paso de los tiempos se van distorsionando, dependiendo de quien las vaya divulgando,
normalmente los personajes populares o famosos de antaño, santos, nobles, reyes, caudillos, etc. etc.… unos tenían seguidores, otros sus propios escribanos que como es de lógica, ensalzaban sus proezas y ocultaban sus miserias y crueldades. Esto, tal vez haga, de que una enormidad de mentiras las tomemos como ciertas y que estos personajes históricos o legendarios no concuerden en nada como en realidad eran.
Por ejemplo: el legendario Don Rodrigo Díaz de Vivar, el famoso Cid Campeador,
nos lo imaginamos como hombre alto y fornido, tal vez debido a nuestra clara afinidad a magnificar estos personajes, en el caso del Cid también podría ser por
la película protagonizada por Charlton Heston, que de enano no tenía nada, sino
todo lo contrario, en este caso, algunos historiadores cuentan, que por lo visto de
partes de sus armaduras este personaje era normalito y tirando a chaparrito.
Otro caso sería la Biblia y mas la primera parte, el Antiguo Testamento, no se como describirla, ¿hechos históricos, novela o bien libro religioso?. Después de
tantos años ¿es posible creer en autenticidad de sus escritos?, mi parecer es que
se ha distorsionado y fantaseado con ella.
Así podríamos seguir con una inmensidad de personajes y hechos históricos que debemos creer hasta cierto punto, ya que influye mucho el que lo escribe y sus
convicciones. Esta es mi opinión, aunque podría estar equivocado, pero los hechos
y el paso del tiempo, me dan algo de razón.
Antoni Morera
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